Caminar por las calles con la maestra y sus alumnos es como el cielo para mí, una oportunidad especial. ¡Recuerdo el momento exacto de esta foto, ya que el sol se estaba poniendo al otro lado de la calle con menos de un minuto!
Un comentario la semana pasada de mi querida amiga Karen me conmovió a publicar esta imagen de hace dos años. El recuerdo es agridulce, porque ha pasado mucho tiempo desde mi última visita a Cuba ... y la visita de este verano parece imposible. Sin embargo, una de las lecciones aprendidas de mis amigos cubanos es la de la paciencia. Entonces, mirar hacia atrás en esta imagen me da fuerzas para mirar hacia adelante.
Gracias a la increíble Gysleda Virginia De La Barca Vega, pudimos caminar por las calles de La Habana sin problemas. Lo que fue aún más increíble es que las jóvenes modelos tenían la dirección de la Maestra durante la fotografía. Encontraríamos los lugares más bellos, pondríamos todo abajo y procederíamos a hacer fotografías mientras las calles ocupadas.
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