Estas dos personas maravillosas son razón suficiente para que regrese a Nicaragua el próximo fin de semana. Hace dos años visité mi lugar de nacimiento por primera vez desde que mi familia se fue en 1973. El resultado fue que la gente de este hermoso país me aceptó como un hermano. Donde quiera que íbamos, la gente era amable, cada pueblo se sentía como en casa.
Esta fue mi experiencia en León, donde mi padre comenzó su vida como inmigrante hace más de 70 años. Por casualidad terminamos en una escuela de baile que abrazó mi misión fotográfica. Nos dieron acceso a los estudiantes y los profesores nos ayudaron. La tragedia de todo esto es que los rollos expuestos fueron casi todos sin imágenes. ¡Espero que podamos reunirnos cuando comience el nuevo año, y tener una oportunidad más de representar verdaderamente a esta escuela como debería ser representada!
These two wonderful people are enough reason for me to return to Nicaragua next weekend. Two years ago I visited my birthplace for the first time since my family left in 1973. The result was that the people of this beautiful country accepted me like a brother. Everywhere we went the people were kind, every town felt like home.
This was my experience in Leon, where my father began his life as an immigrant over 70 years ago. Through happenstance we ended up at a dance school which embraced my photographic mission. We were provided access to the students, and were aided by the professors. The tragedy of it all is that the rolls exposed were almost all without images. My hope is that we can reunite as the new year begins, and get once more chance to truly represent this school as it should be represented!
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